¡Que Viva Clemente!
De camino a PNC Park, me sentí llena de ansiedad. Recordé todas esas historia sobre el ídolo de mi pueblo. Continúa leyendo ¡Que Viva Clemente!
De camino a PNC Park, me sentí llena de ansiedad. Recordé todas esas historia sobre el ídolo de mi pueblo. Continúa leyendo ¡Que Viva Clemente!
“… Mis compatriotas aún conservan esa gracia al andar que evoca optimismo. Pero ahora son poseedores de una calma en la mirada, atípica a los puertorriqueños.” Continúa leyendo ¿Que Pasó?
Es el tiempo de perdonarte un desliz, con la certeza de la lección aprendida.
Ya es tiempo de cuestionarte si, cada preocupación, en 5 años tendrá valor. Continúa leyendo Es el Tiempo
Mirando un desabrido plato de pasta, escucho a mi compatriota en la diáspora decir “I’m not your typical puertorrican”. Durante el almuerzo comparábamos nuestra adolescencia en Puerto Rico con la de nuestros hijos en la Florida. Argumentaba que no se bronceaba fácilmente, ni poseía un voluptuoso trasero. Aclaró que no se consideraba víctima de bullying, pero si de ser blanco de muchas bromas. Me sentí sorprendida no por su comentario, si no por mi ignorancia. En ese momento la “negra de casa”, como me llama el “Mostro”, entendió que compartíamos inseguridades similares separadas por la geografía y quizá por el tiempo. Ella en Puerto Rico y yo ahora en Miami. Por su candidez y por esta inesperada coincidencia me sentí más cercana a ella y se ganó otro pedacito de mi corazón.
Leer más
…cierro los ojos para contener las lágrimas. Al volver a abrir los ojos, observo lo que estoy sintiendo reflejado en la cara de mi nueva amiga. Continúa leyendo RESIDENTE